El sentimiento grupal y por
qué no decirlo, social, que causa el recordar
los elementos electrónicos que ahora
están ya en desuso es de nostalgia y añoranza. La sociedad como tal, tuvo un momento de “boom tecnológico”
importante empezando en la década de los 60, 70 haciéndose más y más impactante
en los 80 y 90. El walkman, relatado por Sissy y Alfredo, y el cassette
recordado por Karen y Patricia marcaron una época distinta de difusión y
escuche de la música e información. Ya no dependíamos más de la radio para escuchar
los temas favoritos, además este dispositivo, hacia posible que nos desplacemos sin tener que abandonar
el oír el ritmo o información grabados, pero que además como dice Sissy, empezó
a ser un instrumento de aprendizaje al poder grabar la clase y otro tipo de
información para hacer el estudio menos estresante. La época de los discos de
vinilo experimentaba el principio del fin. Culturalmente la tecnología también
desplazó los juegos infantiles que
anteriormente unificaba a los muchachos del barrio y hacía que estos disfrutaran de una compartir permitiendo una
forma distinta a la actual de socializar. Es entonces que los niños empezaron
con una nueva cultura lúdica. Por ejemplo, el atari para Tania y el nintendo
para Remmy seguramente tomaron el espacio que antes lo ocupaban “las bolitas”
(cachinas), “las rondas infantiles”, los torneos de “tapacoronas o habichuelas”
(chuis) que eran disfrutados por los niños de generaciones anteriores. Por otro
lado, la comunicación de larga y corta distancia tuvo también un momento
impactante al tener avances en los teléfonos que inicialmente eran mecánicos
como nos contó Alejandra. Posteriormente, vamos viendo la socialización de la
computadora primeramente desplazando a la maquina de escribir y es ahí que nos ubicamos
con el relato de Maria Nelly quien cuanta su experiencia y cómo la primera
impresora era motivo de reunión de compañeros de estudio. Es así que la
tecnología va marcando nuevas formas de pensar, vivir y sentir las realidades
dentro de todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos. Ciertamente lo que nuestros
abuelos vivieron es ahora dimensionalmente distinto por este “boom tecnológico”
que como decía el profesor Mauricio ya no es más una realidad abstracta y
virtual, una realidad virtual. Una nueva forma real de vida.